La biopsia de próstata es un tipo de examen que se realiza con la finalidad de tomar muestras de tejido de la próstata y analizar sus células. Verificando o descartando la existencia de células cancerosas. Este procedimiento se indica por lo general cuando se detecta un nivel de antígeno prostático elevado. O también si en el examen de tacto rectal se nota la presencia de un abultamiento de tamaño anormal.
Esta prueba es llevada a cabo generalmente por un médico urólogo. Que son los especialistas en todo lo concerniente a las vías urinarias. Pero nos surge la duda ¿Cómo saber si es necesaria una biopsia de próstata? Sigue este artículo y podrás enterarte de todo sobre este proceso, la preparación previa, sus riesgos y mucho más.
Biopsia de próstata
La biopsia de próstata, consiste en la extracción de parte del tejido prostático con una aguja larga y delgada, generalmente a través del conducto rectal. Las muestras obtenidas son analizadas luego en un microscopio.
¿Por qué se realiza una biopsia de próstata?
La biopsia de próstata es indicada cuando el paciente presenta niveles elevados de antígeno prostático en sangre (PSA). Es una sustancia que se produce en la próstata y se encuentra en la sangre. Se eleva la mayoría de las veces cuando surge el cáncer de próstata, pero esto también ocurre cuando existe infección o inflamación, llamada también prostatitis.
Otra razón para realizarse la biopsia de próstata incluye la presencia de bultos o agrandamiento injustificado de la glándula prostática, que se detecta con un examen directo de forma manual, llamado tacto rectal.
Te puede interesar Ejercicios para Agrandar el Pene de Forma Natural
¿Cómo es preparado el paciente para una biopsia de próstata?
Para llevar a cabo una biopsia de próstata, es indicada una preparación previa:
- Verificar que el paciente no se encuentre medicado con sustancias anticoagulantes. Si es así, descontinuar su uso temporalmente.
- Desocupar de heces la zona final del colon a través de la aplicación de un enema.
- Comenzar un tratamiento antibiótico antes del procedimiento, para evitar posibles infecciones derivadas de la punción.
¿Cómo se realiza una biopsia de próstata?
Es usual la realización de la biopsia de próstata a través del conducto rectal. Se hace uso de un transductor ecográfico por el ano y se observa la próstata a través de la pantalla de ecografía. Seguidamente se introduce una aguja larga y muy fina para tomar aleatoriamente las muestras de tejido que sean necesarias en las zonas más vulnerables o de aspecto sospechoso de la glándula prostática.
Este método usualmente se lleva a cabo luego de colocación de anestesia local en la zona del recto o perineo. Este proceso tiene una duración media de 30 minutos, que incluye la preparación del paciente para tal procedimiento. Es recomendable guardar unas horas de reposo luego de la realización de este método exploratorio.
Riesgos que puede causar una biopsia de próstata
La realización de una biopsia de próstata no necesariamente está asociada a riesgos. Aunque sí tiene como consecuencia molestias asociadas a la realización de esta punción en la zona ano-rectal:
- Leve sangrado por la zona del recto.
- Presencia de sangre en la orina.
- Molestia en el recto, asociado al transductor ecográfico colocado durante el proceso.
- Sangre en el esperma (hemospermia).
Todo ello de carácter temporal y puede ser mitigado mediante el adecuado reposo, la ingesta de antiinflamatorios y la adecuada hidratación del paciente.
Una complicación severa que puede surgir es la sepsis, que es el paso de bacterias al torrente sanguíneo. Se manifiesta por fiebre alta y requiere un proceso de hospitalización. Se trata con fuertes antibióticos intravenosos.
¿Qué resultados arroja la biopsia de próstata?
Debe aclararse que los resultados obtenidos no descartan la ausencia de células cancerosas. Sino que establecen que la muestra de tejido examinado no contiene células afectadas por esta anomalía. Ya que es muy pequeña la porción que se examina.
Las estadísticas arrojan un 67% de resultados de existencia de hiperplasia benigna de la próstata. En el 33% restante se detecta la presencia de células cancerosas, siendo el más frecuente el adenocarcinoma.
Para detectar el nivel de malignidad de dicho cáncer se ha establecido la escala de Gleason, determinada en grados. Indica la probabilidad de crecimiento y de diseminación del adenocarcinoma de próstata.
Cuanto más alto se establezca inicialmente este puntaje existe la mayor probabilidad de crecimiento del tumor y de que se extienda a otras partes del cuerpo (metástasis).
El establecimiento de un grado de Gleason de 3 a 6, indica la presencia de un cáncer de grado bajo, es decir, de crecimiento lento. Las células cancerosas son similares a las células normales de la próstata. Su diseminación es también lenta.
Un grado Gleason 7 nos ubica en un tipo de cáncer donde las células existentes ya poseen un aspecto diferente a las células normales. Con mayor capacidad de crecimiento y propagación. Se aplican tratamientos del tipo radical, generalmente con buenos resultados en lo que a curación de refiere.
Cuando se diagnostica un grado Gleason de 8, 9 o 10 estamos ante la presencia de un cáncer de próstata avanzado, el más alto pronóstico. Sus células crecen muy rápidamente y se propagan a toda velocidad a otras partes del cuerpo. Es común que, al momento de este pronóstico, el cáncer ya se haya extendido a otros órganos.
Exámenes recomendados antes de indicar tratamiento
En la mayoría de los casos es indicada la terapia hormonal o cirugía y la radioterapia. Siempre y cuando el paciente no presente otros problemas médicos que dificulten u obstruyan la aplicación de la misma.
Previo al tratamiento indicado en pacientes con estas patologías descritas, es recomendable la realización de exámenes tales como tomografías computarizadas (TAC) o estudios de resonancia magnética en abdomen y pelvis, a objeto de conocer la diseminación de dicho cáncer de próstata. Esto ayudará al médico especialista a adoptar el tratamiento más oportuno y eficaz.
Este tipo de cáncer es el que más se presenta en el sexo masculino y estar bien informados sobre ello es un medio de prevención y de diagnóstico precoz. Es recomendable realizarse la primera revisión urológica después de los 40 años. Tener esto en cuenta mucho más si presentamos antecedentes familiares que nos predispongan a sufrir de este mal en cualquiera de las etapas de nuestra vida.