De todos los trastornos del sueño, el insomnio es el más común. Padecerlo es muy preocupante, ya que nuestro cuerpo y mente necesitan descansar al menos 8 horas al día para poder funcionar adecuadamente. Cuando padeces de insomnio, das vueltas en la cama por horas sin lograr dormirte. Esto hace que sientas estrés, al pensar en todo lo que debes hacer el día siguiente sin haber descansado lo suficiente. No poder dormir, hace que te sientas irritable, de mal humor y sin rendimiento, el día siguiente.
Existen distintos tipos de insomnio y algunas claves para ayudarte a conciliar el sueño. En este artículo hablaremos sobre ellas. Seguir las recomendaciones podrá ayudarte a descansar, y volver a la funcionalidad en tu día a día. Si estás padeciendo de este trastorno y quieres saber más sobre él y cómo evitarlo, no dejes de leer este interesante post. Donde te contaremos todo sobre cómo prevenir el insomnio.
¿Qué es el insomnio?
Se trata del más común de los trastornos de sueño existentes. Es la incapacidad para conciliar el sueño. Este se manifiesta de distintos modos. Es un trastorno que impide que el cuerpo y mente descansen. Lo que ocasiona un descontrol en el funcionamiento y actividades de la persona que lo sufre.
Tipos de insomnio
Existen diferentes tipos de insomnio, según la forma en que este se manifiesta.
- Insomnio de inicio: Es imposible conciliar el sueño en los primeros 30 minutos.
- Insomnio de mantenimiento: La persona no logra mantener el sueño durante toda la noche. Se despierta varias veces, no logrando volver a dormir en los siguientes 30 minutos. También puede despertar precozmente, sin poder conciliar nuevamente el sueño. Por lo que su tiempo de descanso resulta muy escaso.
Las horas de sueño necesarias varían en cada persona, se estima un promedio de 8 horas diarias. Sin embargo, hay personas que duermen poco, y necesitan 4 horas para descansar. Así como otras que duermen mucho y su descanso oscila entre 9 y 10 horas. Esto se considera normal. Más de ahí o menos, es preocupante. No dormir las horas necesarias afecta negativamente al individuo. Esto puede generar un deterioro ocupacional, personal o social.
Existen personas más vulnerables que otras a padecer de insomnio. Las personas con trastornos de ansiedad, que se estresan fácilmente, aquellos muy exigentes, perfeccionistas, detallistas, controladores y pesimistas, tienen más posibilidad de padecer el trastorno. Incluso, el no poder dormir les genera ansiedad y estrés, que evita que logren dormir. Haciendo de esto un círculo interminable.
¿Cuáles son las causas del insomnio?
Las causas del insomnio pueden ser médicas o externas.
Causas médicas del insomnio
Padecer de diversas enfermedades puede ser la causa del insomnio. Las enfermedades psicológicas como ansiedad, esquizofrenia, depresión. Así como la apnea del sueño, el síndrome de las piernas inquietas, algunas parasomnias. Las enfermedades metabólicas y aquellas que producen dolor. Tales como, fibromialgia, cefaleas. Las afecciones digestivas, reumatológicas, cardiovasculares, hormonales. Así como las condiciones urológicas que requieran de constante micción, o padecimientos renales, de próstata o infecciones.
Causas externas
Son factores ambientales que perjudican el sueño. En este tipo se encuentran los malos hábitos para conciliar el sueño, ingesta de medicamentos, condiciones climáticas. También el abuso de algunas sustancias, constantes trasnochos debido al trabajo o alguna otra actividad. El cuerpo se acostumbra y por ende no logra conciliar el sueño durante esas horas.
El insomnio se puede clasificar de la siguiente manera según las causas que lo provocan
- Insomnio primario: Es cuando no es posible conocer la causa del trastorno. Se subdivide en tres tipos:
- Insomnio idiopático: Se trata de un hábito incorrecto en el momento de dormir, que se genera en la infancia.
- Sueño poco reparador: La persona se encuentra cansada y con sueño todo el día.
- Insomnio psicofisiológico: La persona tiene una preocupación por su problema de sueño. Esto no le permite dormir, ya que manifiesta ansiedad y estrés al no lograrlo. Suele ser una condición que mejora cuando la persona duerme en un ambiente diferente al habitual. Este problema se presenta por lo general cuando se atraviesa por una situación estresante. Pero se prolonga por un tiempo más, aunque el estrés haya cesado.
El insomnio puede ser crónico, pudiendo durar desde meses, hasta años. También puede ser transitorio y producirse por periodos cortos con duración inferior a un mes.
- Insomnio secundario: En este caso la causa que lo genera es identificable. Se debe tratar la causa para solucionar el problema de insomnio. Le sucede con más frecuencia a las personas con problema de ansiedad, preocupación, estrés, perfeccionismo. En el empeño por dormir, se sienten ansiosos y comienzan a temer a la cama, lo que convierte el insomnio en un círculo vicioso.
Cómo prevenir el insomnio
Estos son algunos tips que te ayudarán a prevenir el insomnio.
- No practiques ejercicios de intensidad antes de ir a la cama: Es conveniente realizar ejercicios, pero no durante la noche. La actividad física libera endorfinas que dificultan que puedas dormir inmediatamente, al acostarte.
- Duerme en un ambiente relajado: La habitación debe tener un ambiente relajado, con poca luz, sin ruidos de TV o radios. Deja los dispositivos a un lado. Mantén un ambiente de descanso y relajación.
- Cambia hábitos que dañen tu sueño: No utilices móviles dentro de la habitación, cierra las ventanas, adecúa la luz. No duermas con mascotas para evitar movimientos y ruidos que te despierten. Acuéstate siempre a la misma hora. Da una ducha con agua templada antes de dormir.
- Utiliza la cama solo para dormir: No trabajes sobre la cama o en el dormitorio. Utiliza la habitación solo para descansar y dormir.
- Ventila la habitación antes de dormir: Abre las ventanas o enciende el aire acondicionado para climatizar la estancia. No dejes el aire encendido toda la noche. Utilízalo solo para conseguir un clima agradable y luego apaga para evitar catarros, contracturas o cualquier otra afección.
- No comas en exceso: Evita comer más de lo normal, así como ingerir alcohol antes de ir a la cama. Comer pesado durante la noche evitará que concilies el sueño e ingerir mucho líquido, te hará levantar muchas veces para orinar, lo que interrumpirá tu sueño.
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