Como se sabe, la testosterona es la hormona masculina por excelencia. Dicho de otra forma, es la hormona responsable de las características masculinas en el hombre. Sin embargo, en algunas ocasiones, debido a problemas físicos, enfermedades, medicación o simplemente debido al proceso natural de envejecimiento, los niveles de testosterona pueden disminuir, ocasionando más de un problema.
Cuando la testosterona disminuye, suele producir una serie de síntomas que son típicos o característicos de esta condición y que deberían ser tomados como un llamado de alerta para adoptar urgentes medidas al respecto con la finalidad de evitar que se genere un daño irreversible. Los principales síntomas de testosterona baja son:
- Baja en la libido y/o disfunción eréctil
- Fatiga permanente y sensación de poca energía
- Pérdida del vello corporal
- Depresión
- Disminución en la fuerza y volumen muscular
- Aumento de la grasa corporal
- Fragilidad ósea
- Disminución del volumen testicular
- Ginecomastia (crecimiento mamario en los hombres)
- Apnea durante el sueño
- Irritabilidad y malhumor
- Sudores nocturnos y sofocos
- Pérdida de memoria
La testosterona baja puede detectarse mediante exámenes sanguíneos de laboratorio. Una vez detectado el problema, puede implementarse una terapia de sustitución hormonal. Hoy en día existen diversas alternativas además de las clásicas inyecciones, entre las cuales están los geles, implantes subdérmicos y parches.